Los pequeños de la Escuela Municipal Infantil de Cañada Rosal ha celebrado en la mañana del jueves su particular carnaval. Este año de nuevo todos los niños y niñas han lucido el mismo disfraz, realizado en el propio centro. Para la ocasión han elegido un tipo de semáforo que les ha servido para recibir una improvisada clase de educación vial.

El carnaval también se vive en los centros educativos, en la jornada del jueves lo más pequeños de la guardería municipal, han cambiado el uniforme de diario por un disfraz de semáforo.

Marí Baena, directora del centro, nos comentan que este año han vuelto a apostar porque todos los niños fuesen disfrazados iguales, una cita anual que a los pequeños les divierte mucho y lo viven como mucha ilusión.