Cañada Rosal vivió ayer su día grande. El día grande de las fiestas patronales ya que salía a la calle la imagen de los patronos de la localidad, San Joaquin y Santa Ana. Cañada Rosal siente una gran devoción por sus patronos y se entrega por completo a vivir con intensidad su día grande, una jornada en la que muchos emigrantes vuelven a su pueblo para reencontrarse con amigos y familiares y disfrutar de cada uno de los instantes que ofrecen las fiestas en torno a San Joaquín y Santa Ana.
Tras la Eucaristía celebrada por el cura del municipio Don Fernando Flores Pistón, las imágenes
portada por costaleros salían a la calle en medio del fervor de los cientos de carrosaleños que
anualmente se dan cita en esta salida procesional. La música y las flores no faltaron a esta
convocatoria.
En cuanto las actuaciones ayer el municipio acogía dentro de la programación prevista la actuación de Manuel de Angustia a las dos de la madrugada.